Si compiten por un mismo puesto, un paraguayo y un ciudadano de cualquier nacionalidad, ambos con mismos niveles de educación y experiencia, a diferencia de lo que ocurriría en otro país, el paraguayo promedio va a contratar al extranjero.
¿Por qué? Será un problema de autoestima, generada por las guerras de nuestros antepasados que hacen que nazcamos con el sentimiento arraigados de que no valemos nada, y por ende nunca vamos a estar a la altura. O todos los años de corrupción, falta de democracia, de educación y vocabulario nos hacen pensar que ningún paraguayo o paraguaya puede estar realmente preparado para enfrentar al mundo al mismo nivel que un extranjero.
Hace unos días participé de una conferencia por zoom de un extranjero que vino a Paraguay para enseñarnos como salvarnos, sobrevivir y enfrentarnos al mundo post pandemia en cuanto a marketing y promoción, en la conferencia habían representantes de gremios, profesionales, representantes de entes públicos, algunos de los participantes habrán contado con un titulo universitario, algún que otro master y otros, estudios sin concluir.
El señor se presentaba como una luz que vino a Paraguay a salvarnos, como un ingeniero y un gran conferencista. Algo que si debemos admitir como paraguayos es que en nuestro ADN no se encuentra el gen para la venta, eso que tan fácilmente les sale a los que viven cruzando el rio.
La verdad siempre puede estar maquillada en diferentes cosas, por ejemplo si yo digo “incluso trabaje en la ONU”, parece algo super importante pero eso en realidad que significa? Capaz fui portera, no? Lo más importante que hay que entender en la venta de humo es que para hacernos creer de que lo que uno dice es verdad, hay que combinar una pizca de verdad y mentiras.
Pero volviendo a la conferencia, el señor en cuestión busca entregar un protocolo de trabajo de marketing enfocado en el marketing digital y hablaba entre otras cosas de lo importante que es la indexación en los buscadores, de lo cual todos podemos estar de acuerdo, a lo que sumó unos tips de como posicionarse mejor en Google, por ejemplo: “Si tenemos una agencia de viajes debemos poner como dirección web, agenciadeviajesdeparaguay.com de manera a que la web nos indexe fácilmente sin importar el nombre que tengamos”, obviamente esta persona que estaba dando estos tips, dejó de lado la existencia de keywords y lo más irónico, cuando uno lo googlea no existe. Pero nadie se atrevió a hacer ningún comentario, más allá de tener conocimientos de SEO o no, solo debemos tener sentido común, y preguntarnos acaso la web de AIRBNB es buscoapartamentosparaalquilar.com ?
El conferencista pasó a dar tips de lo importante que son las redes sociales, y que todas las empresas deben contar con LinkedIn, Facebook, Twitter, Instagram además de una web (No vamos a mencionar que para la audiencia antes que LinkedIn o Twitter podría ser más interesante Tiktok o un canal de Youtube pero eso es otro tema). Tampoco vale la pena resaltar que a pesar de haberle dado una gran importancia a Linkedin, el perfil del conferencista incluye en su bio un sitio web que no existe.
Algo que realmente me llamó la atención fue su definición de instagrameable, donde dijo que por ejemplo los hoteles deben ser instagrameables para que las personas se quieran tomar una selfie, siendo que el termino no esta relacionado con las selfies sino con la inspiración a tomar una foto de algo que nos parece lindo, llama nuestra atención y compartirla. O la falta de importancia que le dio a la educación y el talento diciendo que no necesitamos una cámara fotográfica de USD 2.000 que con smartphones podemos tomar fotos igual de profesionales, como si la cámara hiciera al fotógrafo y conocimientos de composición de imágenes, luz, edición entre otros miles de detalles no fueran importantes.
Y la cereza de la torta fue un collage de imágenes entre los que se encontraban diferentes imágenes de habitaciones o de la infraestructura de los hoteles y algún que otro paisaje, donde el mencionó que a los encuestados, les preguntaron de donde creían eran esas imágenes y los mismos mencionaron Nueva York, Bali, el Amazonas, Africa y hasta los bosques de Palermo. ¿Cuales encuestados? Te estarás preguntando lo mismo hice yo, pero obviamente no mencionó quienes eran los encuestados, su Target, si eran preguntas abiertas o les daban opciones de destinos, nada, tampoco nadie preguntó.
Si por ejemplo vemos una imagen bonita de una habitación de hotel, como la imagen de arriba, ¿acaso sabrías de qué ciudad es? En el caso de que a mí me parezca que sea Paris, ¿significa, realmente algo? Más allá de que es el primer lugar que me vino a la mente.
¿Esta realmente mal que un extranjero no identifique a primera vista una imagen de Paraguay? ¿Es realmente un dato relevante? Más allá de que hay ciudades que por su popularidad o por ser icónica la podemos reconocer, si vemos una foto una persona esquiando, ¿sabremos si esa imagen fue tomada en Bariloche, en Europa o en Colorado? O una hermosa playa del caribe, ¿sabremos cual es?
Obviamente nadie cuestionó, tampoco hicieron comentarios, más allá de la sorpresa y lo de acuerdo que estaban con el disertante.
Algo que siempre tenemos que tener presente es que cuestionar, dialogar, preguntar no son cosas malas, son herramientas que nos permiten desarrollarnos, adquirir conocimientos y evolucionar. Si no dudamos, nos quedamos sin la capacidad de cuestionar nada, sin la capacidad de realmente comprender las cosas y solo nos queda aceptar lo que otra persona nos diga.
Tenemos que permitirnos la capacidad de dudar, una de las cosas más valiosas que aprendí de mi educación jesuita, ya que es lo que genera esa chispa que nos da curiosidad, nos hace investigar, aprender, evolucionar y no nos hace creer en cualquier persona más allá de su nacionalidad que nos quiere vender espejitos.
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