Una de las mejores experiencias es la de pedir hamburguesas a domicilio y recién abrir el humeante pedido. La forma, el color, el aroma, la textura, todo es perfecto. Con el primer bocado se siente el paladar vibrar y la boca se hace agua, pero, ¿por qué? ¿qué tiene una hamburguesa de restaurante que no tenga una casera? El secreto está en la salsa.
Aunque suene increíble, la salsa es la que logra que una hamburguesa sepa tan bien. Esto se debe a que el principal objetivo de una salsa es servir de acompañamiento. Su sabor y cantidad no debe eclipsar a los demás ingredientes. Además, la salsa ayuda a que los alimentos pasen mejor y no “se hagan bola”. Por este motivo, la salsa es tan importante para las hamburguesas, ya que aporta jugosidad, contrasta el sabor de la carne y potencia el de las verduras.
Existen innumerables recetas de salsas, pero en esta ocasión les dejamos la receta de la famosa salsa burger. Por desgracia, esta no es la receta de restaurantes, porque las mejores cadenas no comparten, así como así, el secreto de su popularidad, pero esta hará que las hamburguesas caseras nunca más vuelvan a sentirse como que les falta algo.
Ingredientes Salsa Burguer
- 50 gr de mayonesa
- 40 gr de kétchup
- 15 gr de mostaza
- 10 gr de cebolla
- 30 gr de chalota – Echalote
- 30 gr de pepinillos
- ½ diente de ajo
- 1 cucharada de vinagre blanco
- ½ cucharadita de pimentón dulce
Preparación
Triturar todos los ingredientes a excepción de la chalota y los pepinillos.
Cuando se haya obtenido una masa homogénea, agregar la chalota y los pepinillos hasta obtener una salsa fina y sin grumos.
Consejo
En caso de no encontrar chalota, esta puede ser sustituida por una mezcla de puerro y ajo. Bastaría con picar la parte blanca del puerro y el ajo finamente, calculando las cantidades para que sean equivalentes a la cantidad de chalota necesitada.
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