El 13 de enero se celebra el Día Mundial de la lucha contra la depresión, esta enfermedad mental que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, una enfermedad mucho más común de lo que se cree y que en los próximos años será una de las principales causas de discapacidad.
La depresión afecta, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), a más de 300 millones de personas, y Paraguay, ocupa el cuarto lugar en toda América. La tasa de personas con esta enfermedad es de 5,2%, un total de 332.628 personas que sufren de este trastorno. Asi que esto nos hace pensar que muchas veces usamos el término depresión con demasiada “soltura” para referirnos a estados de decaimiento sin ser conscientes de que este trastorno del estado de ánimo es una psicopatología en algunos casos realmente grave y debilitante.
Muchas de las personas afectadas por sus síntomas están sin diagnosticar y, por tanto, sin un tratamiento adecuado y eso es porque muchas veces no estamos conscientes de los síntomas o no las personas no quieren admitirlos por el estigma de tener una enfermedad mental. Actuar ante los primeros indicios es muy importante para evitar caer en una depresión mayor y que los desagradables síntomas que provoca la depresión se prolonguen en el tiempo.
También según la OMS, es considerada una de las principales causas de discapacidad en el mundo.
La enfermedad provoca síntomas variados, como tristeza, irritabilidad o pérdida del interés y del placer por las cosas que antes le generaban motivación. Además, dificultad para atender y concentrarse, disminución del nivel de energía, alteraciones en el sueño y el apetito, enlentecimiento psicomotriz, entre otros.
Consejos para luchar contra la depresión
Si te parece que podés estar cayendo en una depresión o estás en riesgo de padecerla, lo más importante es buscar ayuda, primero en tu médico que te indicará qué hacer, a través de pequeños gestos diarios y apoyándote en las personas más cercanas.
Pero en el día de la lucha te dejamos algunos consejos de la Sociedad Española de Psiquiatría.
Desahogate. Tanto si tu estado de tristeza está causado por algo concreto o no te ayudará mucho hablar de cómo te sientes con los más cercanos. Repasar experiencias dolorosas con alguien querido o incluso llorar es parte de la forma natural que tiene la mente de curarse.
Haz terapia. La psicoterapia es muy útil en caso de depresiones leves y moderadas, pues ayuda a enfrentarnos a los pensamientos negativos, a conocernos a nosotros mismos, a afrontar ciertos problemas y a manejar la ansiedad y el estrés.
Ejercicio físico. Mantenerse activo es esencial para alejar los pensamientos negativos. Además, está demostrado científicamente que el ejercicio físico, sobre todo al aire libre, es eficaz tanto para prevenir la depresión como para tratarla. Unas cinco horas de ejercicio aeróbico a la semana ayudan a regular los niveles de serotonina -cuyo déficit es común en la depresión- y estimula la liberación de endorfinas, la llamada ‘hormona de la felicidad’ por lo que incide en nuestro estado de ánimo. Además, puede ayudarnos a descansar mejor por la noche.
Come bien. La tristeza y la ansiedad pueden llevarnos a la pérdida de apetito y de peso, algo contraproducente en caso de depresión y que puede acrecentar los síntomas. Aunque no tengas hambre, no dejes de comer, sobre todo frutas y verduras frescas.
No bebas alcohol. Las personas que beben tienen un mayor riesgo de padecer depresión. Además, si bebemos estando deprimidos, corremos un mayor riesgo de convertirnos en adictos.
Pasea al aire libre. La falta de luz solar incide de manera negativa en nuestro estado de ánimo. De hecho, existe lo que se conoce como trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión que aparece en otoño y se prolonga hasta el final del invierno debido a la falta de luz. Pasear a plena luz del día o, simplemente estar al aire libre ayudará a no tener ‘déficit lumínico’.
Practicá yoga o mindfulness. Estas disciplinas pueden ayudar a combatir los pensamientos negativos, a relajarnos, a combatir el estrés y la ansiedad, a vivir el momento presente y a regular los niveles de serotonina y dopamina.
Sobre todo, no tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda. Estar deprimido o triste no te convierte en una persona débil o que no sabe afrontar los problemas
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